miércoles, 8 de octubre de 2014

LINGUA LATINA HĪC ET NUNC

• Curso elemental de latín gratuito en 16 capítulos, con teoría, ejemplos, ejercicios, vocabulario y exámenes —autocalificables— parciales y final.
(Adaptado a partir del libro"Latin DeMYSTiFied (Hard stuff made easy)" de Richard Prior. Edit. MacGraw-Hill.)
• La introducción y el primer capítulo se publican hoy, 8 de octubre de 2014. Los capítulos restantes se publicarán sucesivamente el primer día hábil de cada mes a partir del 1 de noviembre de 2014, precedidos de las respuestas al examen del capítulo precedente.
• Es un curso para autodidactas, pero  se atenderán cuando se pueda los señalamientos de errores, las dudas y las consultas breves y pertinentes que no rebasen el tema o los conocimientos del autor del blog.


EL LATÍN DESMITIFICADO

Introducción
¿El latín es lengua muerta?
En realidad no es así;
dejó a Roma patituerta
¡y ahora me mata a mí!

Hace dos mil años, los antiguos romanos usaban el latín diariamente para todo, desde gobernar un imperio hasta comprar una hogaza de pan al regresar a casa. La gente de Italia lo usa todavía en la tienda, aunque después de dos milenios de crecimiento y cambio. Y ahí el latín ahora se llama italiano. En Francia le llaman francés; en España, español; en Portugal, portugués. La lista de las lenguas hijas del latín es muy larga. La palabra “romances” con que se les designa toma la raíz “rom” de “Roma”. Incluso el inglés —lo mismo que otras lenguas no romances— puede considerarse como lengua hijastra del latín, ya que más del 60 por ciento de las palabras inglesas proviene directamente de raíces latinas.
      La frustración contenida en la cita de arriba, que debe ser desmitificada, deriva de la intrincada arquitectura de la lengua latina.
      Lo que cuenta en el latín no es el lugar de las palabras en la oración sino sus terminaciones. Aprendamos las terminaciones de las palabras y sus usos —y sus significados, por supuesto—, y luego relajémonos y tratemos de leer el latín como lo hacían los romanos.
      Como los romanos decían: Incipiant lūdī! (¡Que comiencen los juegos!)

PRIMERA PARTE
Los fundamentos de la lengua latina

Capítulo 1
LAS PARTES DEL DISCURSO

Como todos los campos de estudio, el del latín tiene su buena porción de términos especializados. Algunos de ellos, como sustantivo, nos serán familiares; otros, como rotacismo (conversión de la ‘s’ en ‘r’ en posición intervocálica), probablemente serán nuevos para nosotros. Como quiera que sea, la mayoría de esos términos tienen que ver con la gramática.
      Comencemos con las partes del discurso.
      Un sustantivo es el nombre con que se designa a una persona, lugar o cosa, por ejemplo, hombres, Roma, gaita.
      Un pronombre sustituye a un nombre, por ejemplo, aquellos, ella, quien.
      Un verbo indica acción o existencia, por ejemplo, bebo, era, sucede.
      Un adjetivo describe a un sustantivo, por ejemplo, verde, alto, diecisiete.
      Un adverbio modifica a un verbo (por ejemplo, ayer, rápidamente, a menudo), a un adjetivo (por ejemplo, elevadamente, considerablemente) o a otro adverbio (por ejemplo, muy, bastante).
      Una conjunción conecta palabras, frases o cláusulas, por ejemplo, “sí o no”, “sobre el río y a través del bosque”, “estaré aquí cuando ellos lleguen”.
      Una preposición señala una relación entre palabras, por ejemplo, “el tonto en la colina”.
      Una interjección es una palabra exclamativa, por ejemplo, ¡bravo!, ¡ay!, ¡ajá!
Pronunciación
El estudio de una lengua extranjera moderna incluye cuaro habilidades: dos activas (hablar y escribir) y dos pasivas (escuchar y hablar). Como el latín ya no se habla nos concentraremos solamente en su escritura. En estos días, el único latín que podemos oír es el latín eclesiástico, que se habla usando las reglas del italiano moderno. Por ejemplo, la palabra latina ecce (¡mira!, ¡miren!) en el latín de iglesia se pronuncia eche, aunque en el latín clásico, que es el que estudiaremos en este libro, se pronuncia eke.
      En el latín, como en el español —y a diferencia del inglés y otras lenguas—, cada letra representa un solo sonido.
      Sin embargo, algunas letras del alfabeto latino —que es básicamente el mismo que el español— se pronunciaban distinto a como ahora se pronuncian en español.
      La c siempre suena como 'k' incluso antes de 'e' o 'i': Cicerō (nombre de Cicerón, famoso orador, escritor y político romano) se pronuncia 'kíkero'. La g siempre tiene sonido suave, como en gallo, guerra, guiño y gusto, incluso antes de 'e' o 'i: gelu (hielo) se pronuncia 'guelo', y gingīva (encía) se pronuncia 'guinguiva'. La k en latín es muy rara y generalmente en lugar de ella se usa la c. La q siempre va seguida de una 'u' y ésta siempre se pronuncia, incluso antes de 'e' o 'i: quadrātus (cuadrado) se pronuncia 'cuadratus'; querēla (queja), 'cuerela'; quid (qué), 'cuid', y quo (dónde) 'cuo'. La v se pronuncia como 'u': venio (vengo) se dice 'uenio'. La x en realidad es una doble consonante que equivale a c + s o a g + s.

Vocales
Las vocales latinas pueden ser largas o breves. Si la vocal es larga, tendrá encima un acento horizontal largo. Los romanos no usaban acentos. Para nosotros son importantes solamente para la métrica poética. La diferencia de pronunciación entre vocales largas o breves es muy pequeña. Básicamente, las vocales largas duran el doble de las breves (como en música una blanca respecto de una negra).

Diptongos
Un diptongo es un par de vocales que se pronuncian como una sola. Los diptongos latinos son los siguientes:

DIPTONGO
EJEMPLO
TRADUCCIÓN
ae
aequus
igual, justo, imparcial
au
aut
o… o… (o aprendes o te vas)
ei
deinde
luego, después, inmediatamente
eu
eheu
¡ay! (expresión de dolor)
oe
foedus
pacto
ui
huic
a o para este, esta, esto


Combinaciones de consonantes
Hay en latín algunas combinaciones de letras aue merecen atención. La ch suena como 'k': pulcher (bello) se dice 'pulker'; la ph como 'f': philosophia se dice 'filosofía', y la th como 't': theatrum se dice 'teatro'.

El acento
Las reglas para acentuar las palabras latinas son muy simples. Las últimas tres sílabas de una palabra tienen nombres especiales: la última se llama ultima; la penúltima, penult, y la antepenúltima, antepenult. El acento va en la penult si ésta es larga; si no lo es, va en la antepenúltima. Por ejemplo, se pronuncia hómineshominēs— porque la sílaba mi es breve; y se pronuncia amáreamāre— porque la silaba es larga.

La diferencia entre ‘inflexión’ y ‘análisis’
Para aprender latín hay que entender la diferencia entre lenguas flexibles y lenguas analíticas. El latín es flexible, el español es analítico. Por esta razón no podemos leer el latín como si fuera español.
      La diferencia fundamental entre las dos clases de lenguas radica en la sintaxis. La sintaxis es la manera en que la palabras se relacionan entre sí en una oración. En las lenguas analíticas, las relaciones de las palabras dependen del orden en que aparecen en la oración. Por ejemplo, en la oración César venció a Vercingétorix sabemos que César es el sujeto porque está antes del verbo. Si cambiamos el orden de las palabras a Vercingétorix venció a César ¡estaremos diciendo exactamente lo contrario! Si jugamos con el orden un poco más y decimos a venció César Vercingétorix la expresión es ininteligible. Las lenguas flexibles como el latín utilizan las terminaciones de las palabras, no su orden, para construir oraciones entendibles. Veamos con cuidado las siguientes oraciones latinas:

Caesar Gallōs vicit
Caesar vicit Gallōs
Gallōs Caesar vicit
Gallōs vicit Caesar
Vicit Caesar Gallōs
Vicit Gallōs Caesar

      ¡Todas significan lo mismo! Ahora veamos cómo podemos cambiarle las cosas al famoso general.

Gallī Caesarem vīcērunt
Gallī vīcērunt Caesarem
Caesarem vīcērunt Gallī
Caesarem Gallī vīcērunt
Vīcērunt Gallī Caesarem
Vīcērunt Caesarem Gallī

Aunque todas las tienen la misma traducción, hay una pequeña diferencia entre ellas. En el latín, el orden usual es Sujeto-Objeto-Verbo. Cuando ese orden se altera, usualmente se debe al énfasis. Por ejemplo,  Caesar Gallōs vicit responde a la pregunta ¿Quién derrotó  los galos?, mientras que Gallōs Caesar vicit responde a la pregunta ¿A quienes derrotó César?
Echemos otra mirada a los ejemplos y veremos que las terminaciones de las palabras cambiaron en el segundo grupo. Claramente, las terminaciones en latín son cruciales. La conclusión es que tendremos que memorizar un buen número de terminaciones de palabras. No tengamos miedo. Hagamos un cuaderno de notas o un archivo de tarjetas para consulta. Avancemos paso a paso, construyendo sobre lo aprendido previamente y poniendo atención a los patrones conforme vayan presentándose.
Como lengua indoeuropea, el español también fue una lengua bastante flexible en alguna época de su historia. Aunque el orden de las palabras domina ahora, todavía hay algunas flexiones en el español moderno. La terminación ‘a’ en muchos sustantivos y adjetivos indica el género femenino, y la terminación ‘s’ señala la mayoría de las veces el número plural. Asimismo, la terminación con vocal acentuada generalmente indica el tiempo perfecto en la persona singular —amé, temí, partí—.
La lengua latina es altamente flexible, especialmente en los sustantivos y los verbos.
El corazón de la oración latina es el verbo. El trabajo de todas las otras palabras y los otros grupos de palabras de la oración es modificar el verbo de alguna manera.

LOS SUSTANTIVOS LATINOS

Las declinaciones
Los sustantivos latinos se dividen en cinco grupos llamados declinaciones, que tienen los poco originales nombres de "primera declinación", "segunda declinación", etc. (etc. es la abreviatura de et cētera, que significa "y lo demás", lo que se refiere usualmente al resto de un número finito de elementos que forman un conjunto cerrado). La clasificación de los sustantivos en cinco declinaciones se basa en los patrones de sus terminaciones.

Los casos
Para los hablantes del protoindoeuropeo (PIE), la lengua madre del latín, los sustantivos podían interactuar con los verbos en ocho diferentes maneras llamadas casos. Enseguida se muestran los casos originales del PIE y las ideas básicas con que cada uno de ellos estaba relacionado.

CASO
FUNCIÓN BÁSICA
EJEMPLO
Nominativo
Sujeto de la acción
Él paseaba al perro
Vocativo
La persona a quien se habla
¡Amigo!
Genitivo
Vínculo entre sustantivos
Su idea es ridícula
Dativo
Interés personal
Fue un día interesante para él
Acusativo
Donde recae la acción
Besé a mi mujer
Ablativo
Donde la acción comienza
Este librero fue construido por él
Instrumental
Lo que acompaña a la acción
Fui a Roma con él
Locativo
Donde la acción tiene lugar
Un insecto caminaba sobre él

      El lenguaje es un ente vivo, y los entes vivos cambian con el tiempo. Entre los hispanohablantes pocos saben que pescozón es un golpe dado en la cabeza con los nudillos de la mano, y que rizar el rizo alguna vez significó “complicar las cosas excesivamente”.
      En el español moderno, todos los casos gramaticales del indoeuropeo se colapsaron en tres: nominativo, genitivo y acusativo. Y el español utiliza preposiciones para sustituir la pérdida de las terminaciones.
      El comienzo del colapso del indoeuropeo que se dio hace unos 2,000 años también afecto al latín clásico. En resumen, el ablativo absorbió a los casos instrumental y locativo. Esto resultó en un ablativo que parece tener 1,001 usos conocidos, los que históricamente han mantenido a los estudiantes alejados de su aprendizaje. No hay porqué preocuparse. Examinaremos el ablativo en todos sus usos durante el desarrollo de este libro.

Número y género
El término gramatical número se refiere al singular y al plural. El latín tiene tres géneros gramaticales: masculino, femenino y neutro. El latín y sus lenguas hijas como el italiano, el francés, el español y el portugués trabajan tanto con los géneros naturales como con los gramaticales.
      En latín, el género gramatical se asigna a los objetos con base en la terminación de la palabra que los designa. Por ejemplo, la palabra mensa (mesa), está considerada como gramaticalmente femenina porque sigue el mismo patrón de terminaciones que puella (niña), que naturalmente tiene género femenino. El género neutro toma su nombre del latín neuter, que significa ninguno. Los patrones de las terminaciones de los sustantivos neutros no siguen los modelos masculinos o femeninos, aunque sus formas son esencialmente las mismas que las de los sustantivos masculinos, con pequeñas variaciones.

Cómo leer en el diccionario las entradas de sustantivos
Hay cuatro temas que se presentan en relación con las entradas de sustantivos latinos en el diccionario. Tomemos el siguiente sustantivo como ejemplo:
      pēs, pedis m. pie
       Pēs es la forma del nominativo (el nominativo es el caso que corresponde al sujeto de la oración) singular. Es la parte principal de la entrada del diccionario. La segunda palabra, pedis, es la forma del genitivo singular (genitivo es el caso que corresponde al objeto poseído por el sujeto o perteneciente a éste). Esta segunda palabra proporciona dos elementos cruciales de información. El primero es el cambio de raíz. ¿Que significa 'cambio de raíz'? A veces sucede que una palabra cambia un poco cuando se le agrega alguna de las otras nueve posibles terminaciones. Para saber qué parte permanece sin cambio (la raíz) simplemente quitamos la terminación del genitivo. Para pēs, la raíz a la que se agrega alguna de las otras posibles terminaciones es ped–. El segundo elemento de información es la parte –is, que es la terminación del genitivo, y nos indica a qué declinación pertenece la palabra.
      Un sustantivo puede pertenecer a una de cinco declinaciones según la terminación de su caso genitivo. Así, si conocemos su genitivo, sabemos también a qué declinación pertenece el sustantivo. Este es el segundo elemento crucial de información que nos proporciona el genitivo. En este ejemplo, la terminación –is nos señala que pēs es un sustantivo de la tercera declinación.
      La tabla siguiente contiene la lista de terminaciones de las cinco declinaciones:

DECLINACIÓN
TERMINACIÓN DE GENITIVO
Primera
–ae
Segunda
–ī
Tercera
–is
Cuarta
–ūs
Quinta
–ēī

      La m. (masculino) en la entrada del diccionario se refiere al género de la palabra latina.  El femenino se indica con f. y el neutro con n.
      Cuando se estudia el vocabulario latino es indispensable aprender los cuatro elementos de los sustantivos (no sólo su significado): 1) raíz, 2) terminación del genitivo, 3) declinación y 4) género.

LOS VERBOS LATINOS
El verbo es el corazón de la oración latina y contiene una cantidad asombrosa de información. El latín es una lengua muy economizadora, de tal manera que un simple verbo puede fácilmente corresponder a una oración completa en inglés. El verbo latino puede hacer esto en virtud de las muchas formas que puede adoptar. Mientras que un sustantivo puede tomar diez formas distintas, un verbo puede presentarse ¡en más de 250! Veamos los pocos factores que hacen posible esa sobrecogedora cifra, pero que también la hacen manejable.
Los verbos tienen cinco características básicas: persona, número, tiempo, modo y voz.
      La persona se refiere al punto de vista de quien habla (la primera persona es quien habla; la segunda, a quien se habla, y la tercera de quien se habla). El número, a si la persona que ejerce la acción del verbo es una sola (singular) o varias (plural). El tiempo, al momento o lapso en que la acción del verbo se realiza; pero no solo se refiere al tiempo presente, pasado o futuro, sino que también comprende el concepto llamado aspecto en lingüística, que se refiere a la manera en que el sujeto que habla ve la acción, ya sea como un acto en desarrollo o como un acto único terminado. En latín hay seis tiempos verbales: tres para el aspecto continuo y tres para el aspecto completo (cada uno para presente, pasado y futuro). Esos tiempos son: 1) presente [yo voy], 2) imperfecto [yo iba], 3) futuro [yo iré], 4) perfecto [yo fui], 5) pluscuamperfecto [yo había ido] y 6) futuro perfecto [yo habré ido].
      El modo se refiere a la manera en que el que habla trata una acción. En el modo indicativo, la trata como un hecho real: Él está aquí. En el modo imperativo, el que habla trata a la acción como una orden: ¡Estáte aquí! El modo subjuntivo trata a la acción como idea o como deseo: Si él estuviera aquí... Finalmente, el modo infinitivo se refiere a una acción en general sin asignar su realización a una persona: estar.
      La voz tiene que ver con la relación entre el sujeto y el verbo. Cuando el sujeto realiza la acción, el verbo está en voz activa: él me ama. Pero si el sujeto recibe la acción, entonces el verbo está en voz pasiva: yo soy amado. Hay una tercera voz que se usa ocasionalmente llamada voz media, en la que el sujeto realiza la acción sobre sí mismo o en su propio beneficio: yo me amo.
      Los verbos tienen otras formas como gerundios (que expresan acciones durativas y generalmente tienen función adverbial: está corriendo) y supinos (infinitivos de fin que expresan la acción del verbo como fin u objeto: estuvo aquí para descansar).
      El verbo latino tiene cuatro participios: 1) participio presente activo [amando], 2) participio perfecto pasivo [amado], 3) participio futuro activo [el que va a amar <el que va a estar amando>] y 4) participio futuro pasivo [el que va a ser amado]. Mientras que el participio presente se refieren a algo que está sucediendo al mismo tiempo que el verbo principal, y los participios perfectos a algo que sucedió antes de la acción del verbo principal expresada en pasado, los participios futuros señalan algo que sucederá antes de la acción principal del verbo expresada en futuro. Puesto que los participios son adjetivos verbales, deben concordar en género, número y caso con la palabra que modifiquen. Así, el latín cumple esta  concordancia mediante terminaciones, y un participio puede adoptar ¡30 formas distintas!

Las conjugaciones
Así como los sustantivos se organizan en declinaciones, los verbos se arreglan en cuatro grupos llamados conjugaciones, basadas en la terminación del presente de infinitivo, que generalmente aparece en los diccionarios como la segunda forma principal de cada verbo.

CONJUGACIÓN
TERMINACIÓN DE INFINITVO
Primera
–āre
Segunda
–ēre
Tercera
–ere
Cuarta
–īre

      Pocos verbos latinos son irregulares y no pertenecen a ninguna de las conjugaciones.

Formas principales de los verbos
Cuando buscamos un verbo en el diccionario latino vemos una lista de cuatro, o a veces sólo tres, o incluso dos, palabras. Éstas son las formas principales del verbo de que se trate, las que nos dan toda la información que necesitamos para construir cualquiera de las más de 250 formas posibles de un verbo. Obviamente, cuando estudiamos vocabulario es crucial memorizar las cuatro formas principales de cada verbo. Tomemos como muestra una entrada del diccionario de un verbo latino y analicemos cada una de sus formas principales.

moneō, monēre, monuī, monitum avisar

      ¿Recuerda usted el concepto de 'aspecto verbal' antes señalado? El aspecto continuo muestra la acción del verbo en pleno desarrollo. Este aspecto tradicionalmente es llamado sistema de presente, un nombre confuso porque se aplica también a otros tiempos distintos del presente. Las dos primeras formas principales (moneō <aviso>, monēre <avisar>) de un verbo latino nos dan toda la información necesaria para construir todas las formas de este aspecto: 1) el tiempo presente [moneō <aviso>], 2) el tiempo imperfecto [monēbam <avisaba>], 3) el tiempo futuro [monēbō] <avisaré>]; 4) el participio presente activo [monēns <avisando, "avisante", que avisa>] 5) el participio futuro pasivo [monendus <que ha de ser avisado>] y 6) el infinitivo presente [monēre <avisar>].
      El aspecto completo, llamado a menudo 'sistema de perfecto', se refiere a una acción que ha sido o habrá sido completada ("perfeccionada") en el pasado, el presente o el futuro. Las últimas dos formas principales [monuī <avisé>, monitum <avisado>] (o la última si el verbo sólo tiene tres partes) nos dicen todo lo que necesitamso saber para construir las siguientes formas: 1) el tiempo perfecto [monuī <avisé>], 2) el tiempo pluscuamperfecto [monueram <había avisado>], 3) el tiempo futuro perfecto [monuerō <habré avisado>], 4) el supino [monitum <a avisar>, 5) el infinitivo futuro activo [monitūrus esse <haber de avisar>], 6) el infinitivo futuro pasivo [monitum īrī <haber de ser avisado>], 7) el infinitivo perfecto activo [monuisse <haber avisado>], 8) el infinitivo perfecto pasivo [monitus esse] <haber sido avisado>, 9) el participio perfecto pasivo [monitus <avisado>], 10) el participio futuro activo [monitūrus <yendo a avisar, estando a punto de avisar> y 11) el participio futuro pasivo monendus <yendo a ser avisado, estando a punto de ser avisado>.
      Regresemos a nuestro verbo moneō...
       La primera forma principal, moneō, corresponde a la primera persona singular del tiempo presente: aviso. Esta es la entrada principal en las listas de los diccionarios. Esta forma nos dice también si se trata o no de un verbo terminado en —iō. Los verbos terminados en —iō tienen algunas  peculiaridades que veremos después.
      La segunda forma principal, monēre, es el infinitivo presente: avisar. Su función principal es decirnos a cuál conjugación pertenece el verbo. Esto es importante porque cada conjugación tiene su propia manera de añadir terminaciones a la raíz del verbo. De la tabla de conjugaciones de arriba deducimos que moneō pertenece a la segunda conjugación. También podemos darnos cuenta del acento horizontal sobre la primera e de la terminación de infinitivo. Ese acento marca la diferencia entre la segunda (—ēre) y la tercera (–ere) conjugaciones, y la diferencia es grande. Sólo unos pocos acentos son cruciales. Éste es uno de ellos.
      La tercera forma principal, monuī, corresponde a la primera persona singular del tiempo perfecto: avisé. Si quitamos la –ī final, nos queda la raíz que necesitamos para construir todas las formas del sistema de perfecto, pero sólo para la voz activa. Para las formas del sistema de perfecto de la voz pasiva tenemos que movernos a la última forma principal.
      La cuarta forma principal, monitum, tiene una historia interesante. Una tradición ha conducido a enlistar el supino (con terminación –um) en las entradas de los diccionarios. Otra tradición utiliza el participio perfecto pasivo (con terminación en –us). En este libro seguimos la primera tradición, pero ambas son válidas. Sea que quitemos la terminación –um o la terminación –us, nos quedará siempre la misma raíz: monit–.
      Otra consideración es que algunos verbos no tienen supino o participio perfecto pasivo. Algunos de estos verbos, sin embargo, tienen participio futuro activo. Si este es el caso, el participio futuro activo es incluido como la cuarta forma principal. Los participios futuros activos son fácilmente reconocibles por su terminación –ūrus. (El –ur– de la palabra española futuro no es una coincidencia.) Si el verbo no tiene participio futuro activo, entonces sólo tiene tres formas principales.

FORMA PRINCIPAL (signiificado)
TERMINACIÓN
RAÍZ
LO QUE NOS INFORMA:
Primera: moneō (yo aviso)
–o
mone–
1) Si se trata o no de un verbo terminado en —iō.

2) El participio futuro pasivo [monendus <que ha de ser avisado>].
Segunda: monēre (avisar)
–are
monē
1) La conjugación a que el verbo pertenece. En este caso, además, el acento horizontal sobre la primera e de la terminación de infinitivo nos indica que el verbo pertenece a la segunda conjugación y no a la tercera, lo cual es crucial.

2) El tiempo imperfecto [monēbam <avisaba>].

3) El tiempo futuro [monēbō] <avisaré>].

4) El participio presente activo [monēns <amando, amante, que ama>].
Tercera: monuī (yo avisé)
–i
monu–
1) Todas las formas del sistema de perfecto de la voz activa.
Cuarta: monitum (avisado)
–um
monit–
1) Todas las formas del sistema de perfecto de la voz pasiva.

Examen del capítulo 1

Elija la respuesta más apropiada para completar cada enunciado (marque con una 'x' en el paréntesis cuadrado su respuesta).
1) Los sustantivos latinos se dividen en grupos llamados:
      a) declinaciones        [     ]
      b) conjugaciones       [     ]
      c) conjuntos             [     ]
      d) inflexiones                 [     ]
2) Los verbos latinos se dividen en grupos llamados:
      a) declinaciones        [     ]
      b) conjugaciones       [     ]
      c) conjuntos             [     ]
      d) inflexiones                 [     ]
3) El término gramatical para designar el caso en que se encuentra una exclamación es:
      a) nominativo           [     ]
      b) interjección          [     ]
      c) expletivo              [     ]
      d) conjunción            [     ]
4) La abreviatura latina que significa es decIr (o sea, en pocas palabras) es:
      a) et al.                   [     ]
      b) viz                      [     ]
      c) i.e.                      [     ]
      d) e.g.                     [     ]
5) La abreviatura latina que significa y otros (y los otros) es:
      a) et al.                   [     ]
      b) viz                      [     ]
      c) i.e.                      [     ]
      d) e.g.                     [     ]
6) El término para referirse al cambio en la forma de una palabra, que indica la función gramatical de ésta,  es:
      a) declinación           [     ]
      b) conjugación          [     ]
      c) tipo                     [     ]
      d) flexión                 [     ]
7) Pasiva es una de las formas gramaticales de:
      a) modo                   [     ]
      b) género                 [     ]
      c) voz                      [     ]
      d) caso                    [     ]
8) Indicativo es una de las formas gramaticales de:
      a) modo                   [     ]
      b) género                 [     ]
      c) voz                      [     ]
      d) caso                    [     ]
9) Acusativo es una de las formas gramaticales de:
      a) modo                   [     ]
      b) género                 [     ]
      c) voz                      [     ]
      d) caso                    [     ]
10) Neutro es una de las formas gramaticales de:
      a) modo                   [     ]
      b) género                 [     ]
      c) voz                      [     ]
      d) caso                    [     ]


(LAS RESPUESTAS CORRECTAS, PARA AUTOCALIFICACIÓN. SE PROPORCIONARÁN AL COMIENZO DE LA SIGUIENTE ENTREGA.)